No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde intrepidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora…
¡Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!
Almafuerte
Juan Domingo Perón
Helen Adams Keller
Guillermo Borja
Jean-Paul Charles Aymard Sartre
Immanuel Kant
Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia
¡Por qué tan duro! - dijo en otro tiempo el carbón de cocina al diamante; ¿no somos parientes cercanos? -
¿Por qué tan blandos? Oh hermanos míos, así os pregunto yo a vosotros: ¿no sois vosotros - mis hermanos?
¿Por qué tan blandos, tan poco resistentes y tan dispuestos a ceder? ¿Por qué hay tanta negación, tanta renegación en vuestro corazón? ¿Y tan poco destino en vuestra mirada?
Y si no queréis ser destinos ni inexorables: ¿cómo podríais algún día - vencer conmigo?
Y si vuestra dureza no quiere fulminar y cortar y sajar: ¿cómo podríais algún día - crear conmigo?
Los creadores son duros, en efecto. Y una bienaventuranza tiene que pareceros el imprimir vuestra mano sobre milenios como si fuesen cera, -
- una bienaventuranza, escribir sobre la voluntad de milenios como sobre bronce, - más duros que el bronce, más nobles que el bronce. Sólo lo totalmente duro es lo más noble de todo.
Esta nueva tabla, oh hermanos míos, coloco yo sobre vosotros: ¡haceos duros! - -
Friedrich Nietzsche, Crepúsculo de los ídolos. P.139
Necesitamos su consentimiento para cargar las traducciones
Utilizamos un servicio de terceros para traducir el contenido del sitio web que puede recopilar datos sobre su actividad. Por favor revise los detalles en la política de privacidad y acepte el servicio para ver las traducciones.